viernes, 28 de marzo de 2008
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Las fotografías no son fotografías si se abandonan en un cajón. Son como una composición musical guardada en un armario: no se convierten en sinfonía hasta que una orquesta lee la partitura e interpreta las notas. Jim Richardson (Fotógrafo)
En el Mosteiro dos Capuchos, las paredes y los techos de las estancias están forrados de corcho natural, lo que lo hace relativamente cálido. Éste es un detalle del techo.
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2 comentarios:
Me gusta mucho el aspecto rústico que ofrece. El corcho, los líquenes, las grietas... el paso del tiempo y las tradiciones quizás. Si es por poner alguna pega, está cortada una punta de un pétalo (interpreto que es una flor por deformación profesional ,además tiene un CAPÍÍÍÍÍÍTULO, jajaja)Tú ya sabes el chiste. Usaste flash o es luz natural que da directamente? porque la luz va perdiendo fuerza desde el borde inferior izquierdo (lo que parece que le resta monotonía a la imagen).
La luz era natural. Es un motivo del techo del monasterio. La luz era difícil, y la postura también (de ahí que esté cortada). Pero el efecto de degradado sí era intencional. Muchas gracias!
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