Virgen del Carmen

La Virgen del Carmen es la Virgen de los marineros y de las gentes de la mar. Es la Estrella que los guía en sus largas jornadas en la mar, y quien los proteje cuando la mar y el viento se vuelven en su contra. Se consagra a esta Virgen el 16 de julio; y es costumbre en todos los pueblos marineros de nuestro país, sacar en procesión la imagen y llevarla a bordo de un barco marinero en procesión. Personalmente, creo que es una de las celebraciones religiosas más bellas.

Cuando era pequeño, siempre me pasaba el verano entero de camping en Muxía, un pueblo pesquero de A Costa da Morte (Galicia), y para mi, era todo un acontecimiento ver cómo se llenaba la bahía de barcos en procesión. Incluso recuerdo con especial cariño un año en el que participamos de la procesión desde una zodiac que tenia mi padre. Él conducía la embarcación y yo cargaba en brazos a mi hermana, que por aquel entonces tenía más o menos 1 año. Así que para mí fue muy especial que Alberto, un compañero y amigo, nos invitase este año a participar en la procesión a bordo de un barco pesquero de un amigo suyo, y ahora nuestro también (Antonio).
En Puerto Real, la procesión se celebró el día 12 de julio, porque la bahía se vacía con la bajamar y no es posible la navegación; así que se tiene que adaptar la fecha al capricho de las mareas. Los costaleros bajan la Virgen a la playa de la Cachucha (podeis ver el enlace más abajo) y la pasean por la orilla entre los bañistas. Luego el barco que llevará a la Virgen se acerca y la suben a bordo.
Una vez la Virgen está a bordo, comienza la procesión por la mar. Durante este recorrido, los barcos siguen a la embarcación en la que navega la Virgen.
Los marineros y los hombres de la mar acompañan la procesión disfrutando este día festivo junto a sus familiares y amigos. Durante la procesión, los barcos que siguen la procesión van haciendo sonar sus bocinas y desde el barco de la Virgen, el artificiero lanza fuegos artificiales.

En Puerto Real, la procesión da varias vueltas frente al pueblo, y luego llevan la Virgen al muelle de el Trocadero, donde la esperan los costaleros y el sacerdote.
Una vez llega al muelle, allí se rezan unas oraciones y se guardan unos minutos de silencio por todas aquellas personas que durante ese año han perdido la vida en la mar.
De aquí, se llevaron la Virgen de vuelta a la iglesia, y hasta el año que viene. Espero que os haya gustado este mini reportaje y si os animais, dejad vuestras opiniones y comentarios.

Me gustaría dar especialmente las gracias a Antonio (patrón del barco que nos llevó) por su amabilidad y hospitalidad durante todo ese día.